Compañero:
No soy ducho en esto de escribir «cartas abiertas», mi oficio no es el de la escritura y seguramente nunca lo será. Mis pensamientos pueden ser entreverados, confusos y tal vez hasta contradictorios. Se lo que quiero: una ley inconstitucional, surgida del Poder Legislativo DEBE ser anulada por el mismo Legislativo. Como uruguayo y en mi adolescencia recolecté firmas para exigirle al Legislativo que la anule. Puse mi voto verde para que así fuera. Ya mayor, junté firmas otra vez para exigirle, desde el pueblo, a nuestro gobernantes que anularan la ley. Y mi voto rosado, junto al de casi el 48% de los compatriotas iba en esa dirección. El resto de los votantes no se sabe que querían (excepto por las encuestas previas que hablaban de un 20% de compatriotas que no opinaban). Estos números me dicen que la mayoría de los uruguayos exigíamos al Legislativo la anulación de la Ley de Impunidad.
En este momento quiero referirme a un asunto algo diferente, quizá mucho mas delicado. Usted supo integrar la CNT representando a AEBU, supo integrar el MLN-T y ver su vida pender de un hilo como consecuencia de la tortura. Supo volver a la vida política en la clandestinidad cuando aún los gorilas nos gobernaban. Supo reintegrarse a la institucionalidad pasando por casi todos los nuevos sectores de nuestro Frente Amplio. Supo «volver a casa» con Claveles Rojos y el e609. Supo y sabe que la Ley 15848 fue coyuntural. Una coyuntura diferente a la que vivimos hoy: no tienen barra que los apoye quienes intentaron amedrentarnos con imágenes de tanques y marchas militares previo al plebiscito de 1989.
Y sabe también que la barra a la que un día dijo «adiós» el Pepe piensa igual o casi en la misma dirección que usted. Pero usted sabe que las mayorías y el acatar sus resoluciones (aún cuando hemos quedado en minoría) es parte de lo que ha hecho y hace que durante 40 años el Frente Amplio sea un referente para las izquierdas del mundo entero: debatimos, intercambiamos ideas y si no hay consensos votamos para luego TODOS JUNTOS defender lo que la mayoría indica. En el entendido de que nos debemos a lo que dictan las mayorías, en el entendido de que no siempre es posible lograr unanimidades, en el entendido de que votando unidos, con un discurso único, basado en un plan de acciones y con objetivos discutidos y acordados, lograremos los grandes objetivos nacionales.
No pongo en duda su rechazo a la Ley de Impunidad. Tampoco creo en soluciones mágicas que hagan que los milicos vayan ante la Justicia y digan algo mas de lo poco o nada que han dicho hasta el momento. Veo, como se que usted también lo ve, como una buena acción la revocación de los actos administrativos de los gobiernos de Sanguinetti y Lacalle por parte de nuestro Presidente.
Veo que como Frenteamplistas estamos en un brete: entramos el día en que se decidió en Diputados darle pa’delante al Proyecto de Ley Interpretativo. ¿ Cómo salimos ? ¿ Cómo nos interesa salir ? Recuerdo un grafitti que decía «Rotos pero enteros» y creo que es la mejor frase que puedo utilizar hoy. Un Frente Amplio unido es la única forma de poder proyectarnos hacia un modelo de gobierno justo, de izquierda, de cara al pueblo y sus necesidades, mirando hacia adelante sin dejar por resolver las hondas heridas que nos legó la dictadura. Poder decir a nuestros hijos que vivimos en un país donde la Justicia es UNA SOLA. Donde los delitos de Lesa Humanidad NO PRESCRIBEN. Donde la Verdad está antes que cualquier otro compromiso.
Pienso en el futuro de nuestro país. Pienso que usted sigue pensando como Frenteamplista. Pienso que usted también piensa en los hermanos Desaparecidos, torturados, asesinados. Aún pienso que todavía tiene tiempo para pensar.