Conmemoramos 60 años del 16 de junio de 1959. A escasos seis meses del triunfo de la revolución, se trasmitía desde La Habana el primer despacho con la sigla «PL». Y de esa forma nacía Prensa Latina. Idea de Fidel y del Che, con el objeto de ser una visión contrahegemónica a los monopolios mediáticos de la época. Supo decir Fidel que era necesario contrarrestar las campañas confusionistas de los enemigos de los movimientos progresistas de nuestra América Latina. Inmensos quienes integraron el primer equipo editor: entre otros el nobel García Márquez, nuestro compatriota periodista y caricaturista Carlos María Gutiérrez o el desaparecido por la dictadura militar argentina, periodista y escritor Rodolfo Walsh.

Imagino las radios de onda corta para recibir señales internacionales, máquinas de escribir mecánicas, cámaras reflex de 35mm con rollo, teletipo y algún otro de los enormes avances tecnológicos de la época hicieron posible que Prensa Latina fuera llegando al mundo para cumplir el desafío de ser instrumento para la desigual lucha contra los inmensos monopolios mediáticos de la desinformación. Jorge Masetti, su primer director general, destacaba el carácter radical, liberador, independentista, latinoamericanista, humanista, unitario y antiimperialista de Prensa Latina. E iba por mas: propuso «hacer la revolución en el periodismo de Latinoamerica» haciendo uso del instrumento recientemente creado.

En mas de cinco idiomas y con corresponsales permanentes en 40 países la agencia cuenta con sus portales web, edición de publicaciones en formato digital, radio y televisión. Es sin dudas una verdadera agencia de noticias con un claro contenido editorial lationoamericanista y antihegemónico. Genera contenidos a diario, amplifica otros y es amplificada por muchos mas.

Hasta aquí los primeros 60 años de incansable trabajo en condiciones totalmente desiguales frente al dominio de viejos y nuevos oligopolios como News Corporation, Globo o Clarin. Hoy día la situación es mas compleja aún. Es que se han sumado a la batalla los oligopolios tecnológicos. Dueños de los cables de fibra por los que viaja nuestra información, dueños de los sistemas operativos de computadoras (Microsoft y Apple), sistemas operativos de teléfonos inteligentes (Android de Google e IOs de Apple), dueños de las redes sociales (Facebook, Whatsapp, Instagram, Twitter), cine por internet (Amazon, Netflix), dueños de los algoritmos de Inteligencia Artificial con los que tanto buscadores como redes sociales jerarquizan la información a la que accedemos. Y jerarquizar es quizá una falacia: en la mayoría de los casos directamente no jerarquizan sino que ocultan la información. Pero sobretodo: dueños de la tecnología, detentando el control de las patentes de prácticamente todo el hardware y software que hoy utilizamos.

Hay quienes nos preguntamos si hoy día son los gobiernos imperialistas quienes gobiernan al mundo o si por el contrario vivimos en una Corporocracia liderada por inmensas firmas de raíces tecnológicas como Google (Alphabet), Facebook o Amazon. No hablamos de algo nuevo. ¿O es que usted no recuerda a la «Compañía Británica de las Indias de Oriente» o a la no tan ficticia «Confederación de Sistemas Independientes» de la saga Star Wars?

Entiendo que en este momento histórico la existencia de herramientas como Prensa Latina es aún mas importante. Vital la forma en que buscamos herramientas contrahegemónicas en el mundo de las redes y los buscadores. Vital la importancia en avanzar en conocimiento para poder tener nuestros propios sistemas operativos, nuestros propios computadores. En el mundo del internet de las cosas (IOT) estamos rodeados de dispositivos electrónicos controlando nuestro mundo. Hablo del microondas, la radio, computador, teléfono inteligente, auto, semáforo, sistema de seguridad, televisor, aviones y satélites pero también hablo de semillas. Porque lo que comemos también está en manos de unos pocos que ponen toda la tecnología al servicio de sus intereses. Porque tenemos a Bayer que junto a Monsanto nos envenenan con la comida y nos dan sobrevida con medicamentos. Todo ello controlado de manera muy cuidada por sistemas tecnológicos de última generación. Y por gobiernos que legislan a favor de las corporaciones de comunicaciones en contra de radios comunitarias o de pequeños agricultores a favor de los fabricantes de semillas hegemónicos, o a favor de corporaciones audiovisuales contra sitios web. Y a diario sabemos de pequeños agricultores asesinados a manos de terratenientes o de comunicadores sociales asesinados a lo largo y ancho del mundo por intentar llevar la verdad a nuestros pueblos.

No: no alcanza con tener una cuenta en cada una de las redes sociales o cientos de portales repicando nuestras verdades o miles de periodistas alineados con las causas de lo mas vulnerables. No alcanzaría inclusive si le pagáramos a las corporaciones su costosísima publicidad con la intención de llegar a púbicos mas amplios. Ni siquiera con las herramientas que las mismas corporaciones detentan para permitir segmentar sus públicos por edades, países, raza, sexo, condición social, nivel cultural o color de camisa que usan a diario. Ni siquiera de esa forma podríamos lograr que nuestras voces dejaran de ser acalladas, de que los reclamos populares pasaran a primer plano o que la mejor de nuestras fotografías de una playa o de una aurora boreal fueran difundidas. Muy diferente será la cosa si quien paga a las corporaciones es un personaje de nombre J.J. Rendón que si lo hiciera la dirección de Prensa Latina.

Pero tenemos que trabajar. Tenemos que luchar por romper bloqueos mediáticos, contra el control hegemónico de la información. Hoy como ayer, la idea de Fidel y del Che están mas que vigentes. ¿O es que son diferentes las campañas confusionistas de las que habló Fidel en 1959 a las actuales fakenews? Quizá sin modelos a seguir que nos puedan indicar el camino, pero con algunos ejemplos que nos muestran que la comunicación, cuando se logra empoderar al pueblo, puede ser masiva pese a falta de recursos. Ejemplos pueden ser la enciclopedia Wikipedia, con un modelo descentralizado de carga de información, control y normalización de formatos, estilos y contenidos. Lo es sin dudas Ecured: la enciclopedia que rompe con todos los bloqueos impuestos a Cuba. Lo es el modelo de redes informáticas «peer to peer» (P2P). En la línea de redes descentralziadas P2P y como modelo contrahegemónico encontramos a la red social de microblogging Diaspora y sus tres pilares de funcionamiento: Privacidad, Descentralización y Libertad. Son los cientos de ejemplos de implantaciones de Software Libre en el mundo entero. Son todos y cada uno de los hombres y mujeres que ahora, en este momento, están pensando y trabajando por un mundo justo, libre e independiente. Junto a todos ellos vamos. Por muchos mas años de Prensa Latina! Por muchos mas periodistas comprometidos con las causas de los pueblos!